sábado, 23 de diciembre de 2006

¿Pensar positivo?....

A estas alturas para muy pocos debe resultar la campaña que el Gobierno está llevando a cabo a través de los medios de comunicación , y es que la gente está muy pesimista y de alguna forma había que subirle el ánimo.

Para nada mejor que plagar de “mensajes positivos” las pantallas de televisión, microbuses, paraderos de buses y en fin todo lo que esté a mano, siendo el principal icono de esta campaña un pulgar hacia arriba el que se pretende todos alcemos a una para alegrarnos juntos, sin embargo cual circo romano la población ha puesto el mismo pulgar hacia abajo para manifestar su desaprobación a esta campaña.

Es complicado tratar de levantarle el ánimo a un país cuyos índices de cesantía están compuestos por dos dígitos lo que tiene afligidas a gran cantidad de familias y sufriendo el rigor de la falta de recursos lo que se ve aún más agravado por el hecho de que aún se sufren los coletazos de la crisis económica que puso en aprietos hasta a los más optimistas y la lista suma y sigue falta de recursos para la salud, educación, damnificados en la zona sur, centro o dondequiera que la infraestructura no diera abasto, etc., etc. no obstante con mensajes simplistas y casi carentes de sentido lógico la gente engancharía en esta nueva onda, los avisos publicitarios, locutores, animadores, e incluso los choferes de microbuses serían los agentes difusores. Entonces ¿Qué falló?

“Tu ves lo que quieres ver”
Esa es la frase que remata los anuncios de la campaña, ¿ puede haber algo menos alentador e irritante a la vez?. No es precisamente lo mejor que le podemos decir a aquel padre de familia o al joven recién egresado que han dejado los pies en la calle en busca de trabajo ¿qué otra cosa pueden ver? con un simple anuncio la realidad no se puede colocar en un marco de un cuento, pues da la impresión que en un mundo irreal se puede tener un corazón alegre.

En este punto es cuando Dios nos confronta para dejar de pensar positivo y vivir la vida cristiana que es realmente bella y digna de vivir con toda intensidad ya que pensar positivo muchas veces no soluciona los conflictos, ni reposa nuestro ser cuando estamos abatidos, en cambio la fe en Dios nos anima, nos da descanso, ya que Él es nuestro ayudador que no duerme ni desmaya, el mismo que está de nuestro lado, en el que podemos confiar y que día a día renueva las fuerzas y da gozo. Así en vez de pensar positivo podemos confiar en nuestro buen Dios. Entonces en medio de esta ansia para encontrar (o insertarlo mediante franjas publicitarias) algo que permita llevar una vida más feliz, confiada y segura ¿Confiará usted en Dios?.

X. Prado - L. Prado
Junio de 2001

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