Dejando Huellas...
Hace poco mientras pasaba por el desierto vagaba con la mirada hacia el paisaje observaba lo esperado de un desierto mucha arena, algunos matorrales y el bus seguía su camino a través de incontables cuestas y curvas. Sin embargo mi vista se detuvo en un cuadro que resultó ser muy sugerente , en medio de ese desierto y al borde de un río no muy ancho, pero que a su paso generaba mucha vida se alzaban algunas casitas, no tantas como para decir que era un pueblo, y un poco más allá un pequeño cementerio. Y siguió avanzando el bus, pero el impacto que generó en mí ese pequeño cementerio perdido en el desierto no desapareció.
Al ver ese pequeño cementerio no podía dejar de preguntarme ¿quiénes reposarán allí?, ¿qué historias yacen junto con ellos?, ¿y sus familias? Sin duda alguna la respuesta a esas preguntas y otras más están allí. Sin embargo ese cementerio estaba allí en medio de ese desierto siendo lo único que marca la trascendencia de quienes allí sepultados están y de no ser por ojos curiosos pasarían desapercibidos. Esto me llevó a reflexionar ¿cuán trascendente será mi paso por esta vida?, ¿Se extinguirá mi recuerdo junto con mi último aliento?, no se trata de un asunto egocéntrico, sino de la huella que estamos dejando en este mundo.
No cabe duda que en el camino de la humanidad han habido muchos hombres que dejaron tras de sí un recuerdo difícil de borrar Martin Luther King, la madre Teresa de Calcuta, Ghandi, Beethofen, Mozart, Lennon, Cristobal Colón y la lista es larguísima. Pero así como ellos están el soldado desconocido, la musa inspiradora, aquella madre o figura que fue ejemplo a seguir. De los últimos muchas veces no contamos con nombres, pero sí contamos con algo más que su epitafio muchas veces preciso y consiso, con lo que contamos es su legado que trasciende mucho más allá. Que ayudó a construir sueños a hacerlos realidad, fueron vidas que no sólo vivieron, sino que la hicieron una inversión en pos de algo más allá de lo suyo propio.
En un libro del autor Carlos Cuauhthemoc Sanchez se relata la historia de un próspero hombre de negocios sufrió un grave accidente, los medios de prensa lo daban por muerto y publicaron con grandes titulares “El rey de la muerte falleció en grave accidente”, el próspero hombre de negocios había sobrevivido al accidente ¿cuál era su negocio? el de los explosivos. Al leer en su lecho estos titulares decidió cambiar sus sendas y fomentar otro tipo de actividades, dejando así otro legado a la humanidad, ¿su nombre? Alfred Bernhard Nobel.
¿Qué dirá más? Nuestro epitafio o lo que ese epitafio representa.
Febrero de 2001
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