Pablo Ubilla, empresario: ... Un compromiso con la excelencia
Luego de conocer a este porteño, hombre de negocios y cristiano insistentemente se asoman en mi memoria los versos de un Salmo de la Biblia, este es el número127 el cual expone lo siguiente: “Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican... Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor, pues El da a su amado aun mientras duerme” Pablo Ubilla es el gerente general del Salón de Té, Salón de Eventos y Pastelería “La Folia” ubicada en el centro de Valparaíso y que ya cuenta con más de veinte años de presencia en el mercado. La presente entrevista presenta, en dos bloques temáticos, la experiencia de un hombre de fuertes convicciones y que además posee un profundo sentimiento de agradecimiento a Dios por lo que le ha permitido vivir y llevar adelante durante su vida.
Los Comienzos...
“Nací en un hogar en el cual mi madre y mi padre eran cristianos. Estuve 21 años congregado, posteriormente me dediqué a trabajar, estuve 22 años sin congregarme y después, gracias a que Dios me tenía considerado pude acercarme a Él nuevamente.
Tengo un hermano mayor. Estudié Electricidad, carrera que no terminé ya que me dediqué a este rubro a partir del año 1976. Materializándose mediante la apertura al público el 26 de febrero. de 1977.
Posteriormente contraje matrimonio con mi esposa Violeta, que en ese momento profesaba el catolicismo. De nuestro matrimonio nacieron dos hijos: Gabriela de 20 años y Pablo de 19. En este momento ambos cursan sus estudios universitarios. Dado que mi mujer era católica me pidió no hablar de religión, petición a la que yo accedí por ese motivo no bautizamos a nuestros hijos, así dejamos que cuando fuesen mayores tomaran la decisión . Cuando fue posible gente cercana a la familia ,con el permiso de mi esposa, llevó a los niños a la Escuela Dominica .lo que les permitió escuchar de la Palabra de Dios. Gabrielita era bastante enfermiza, sufre de asma desde los dos años de edad. En esa situación podía percibir que Dios tenía un propósito, ya que cuando se enfermaba mi esposa me pedía que orara y el Señor siempre nos mostraba la forma de salir adelante
Ha sido de mucha bendición para mi vida el observar lo que Dios ha hecho con mi esposa. Ya que debido a los desacuerdos cuando decidimos casarnos no fuimos a ninguna iglesia. Esa noche nos presentamos delante de Dios y le pedimos perdón si de alguna manera hubiésemos pecado y le dijimos “Señor por favor bendícenos”. A pesar de que en casa no hablábamos de religión, unos amigos invitaron a mi esposa a un encuentro matrimonial ella me manifestó que quería asistir. A pesar de que yo me hice de rogar bastante finalmente fuimos al encuentro y ella conoció a Dios: las cosas que Él puede hacer, lo que demanda y lo que ama lo que resultó muy importante como consecuencia asistimos durante un tiempo a la iglesia que organizó aquel encuentro.
Sin embargo nos dedicamos incesantemente a nuestras actividades lo que repercutió en nuestra salud. Estuve dos meses estresado y luego sufrí por varios meses de colon irritable. Me tomé dos meses de vacaciones, pero no me pude sanar. Como último recurso fui a un médico homeópata el cual después de un largo tiempo de atención en el que no me sanaba a causa de mis múltiples actividades me recomendó el considerar la iglesia. Me dijo que el nivel de estrés podía llegar a bajar en un 30 por ciento. Aquella recomendación la dejé en mi memoria. Posteriormente leí un libro que básicamente trata acerca de cómo descansar y disfrutar de la vida. Una historia del libro que me marcó profundamente fue la de un hombre que tenía una granja y trabajaba mucho para mantenerla ya que además hipotecada, sin embargo los esfuerzos eran infructuosos. Era tal su desánimo que cuando pasaba por el puente que estaba camino a su granja muchas veces paró su carreta y miró hacia abajo pensando que allí terminarían sus problemas. Pero este hombre el día que descansó realmente fue en el que comprendió que Dios le podía solucionar sus problemas dejando todo en sus manos. De ahí en adelante su situación cambió.
Más tarde fui a una conferencia en Mar del Plata, aunque no estaba en mis planes asistir, sin embargo un amigo hizo todas las gestiones para que pudiese asistir. En esa conferencia habían cerca de diez mil personas. Lo que me quedó más marcado fue la exposición de un norteamericano, el cual como ejemplo dijo que nuestros negocios eran como una pala. Las palas son capaces de levantar y profundizar. Con una pala tu puedes construir, hacer mezclas como también puedes esconder o enterrar cosas. Y el hombre dijo que para poder conseguir los objetivos detrás de un negocio le pidiéramos a Dios amor, fe, humildad y perseverancia. Después de aquello me vi llorando junto a mi esposa.
Regresé feliz y con una gran claridad respecto a las cosas. Me acerqué a un hombre cristiano que admiraba mucho y que al poco tiempo falleció. A causa de ello decidí ponerme a cuentas con Dios. Acompañado por mi hija fuimos ala iglesia y me reconcilié con Él. De allí en adelante todo cambió pude sentirme descansado y aliviado. Ese día regresamos a casa dándole a mi esposa los saludos de mucha gente que la conocía y decidió que el domingo siguiente todos iríamos a la iglesia. Desde ese día no hemos dejado de congregarnos.”
El Cristianismo y los Negocios
¿Cómo vive usted la realidad de desempeñarse como hombre de negocios y ser cristiano?
“Si hago una retrospectiva veo que Dios siempre estuvo interviniendo en mi vida. Además de ser hijo de padres cristianos nuestra historia nace en el cerro Polanco calle Fuentecilla 138 lugar que arrendaron mis padres por cerca de 20 años a una persona que era cristiana la cual regaló a mi madre mediante testamento aquella casa. En ese tiempo mi padre era chofer de taxi y Dios le dio la oportunidad de ser dueño de un vehículo nuevo mediante un subsidio. Pero junto con eso vino una prueba, ya que el año 1971 un terremoto destruye la mitad del vehículo, por lo que queda sin empleo y queda enfrentado a la deuda. En ese momento su ex patrón lo contrata nuevamente y así puede solventar los gastos de la reparación del vehículo. Ese vehículo fue el que se vendió para instalar este negocio (La Folia). Este local estaba en muy malas condiciones, con mi hermano arreglamos este lugar y así está empresa se fue consolidando en el mercado llegando a ser una parte importante dentro de los hogares.
En los negocios Dios siempre ha estado presente. Que yo recuerde nunca he mentido, menos engañado. Los valores aprendidos de mis padres marcaron mi vida. Al hacer negocios he tratado que siempre sean muy transparentes, no perjudicar a nadie y si es necesario que alguien se perjudique que ese sea gracias a la fidelidad de Dios no hemos necesitado capitales ni siquiera de bancos. Sé que en el tiempo más complicado, comercialmente hablando, podemos cerrar los días domingo”.
¿Todos los domingos está cerrado?
“Todos los domingos, todo el día. Se puede pensar que los ingresos se han resentido, pero vemos en el tiempo que lo que no tenemos en ingreso lo tenemos en ganancia en nuestra familia, en nuestra salud y en nuestro aspecto espiritual porque podemos congregarnos tranquilos.”
Qué sucedió durante el tiempo en que usted estuvo alejado de la fe
“Nunca renegué contra Dios, nunca transé sus principios porque sabía que algún día llegaría con mi familia a sus pies. Mi madre me invitaba a la iglesia, pero yo no asistía para no tener problemas con mi esposa y le dije: “Ora y sé ejemplo. Cuando regrese quiero llegar con todos”.
Cómo hombre que experimentó las consecuencias del estrés ¿qué podría decirle a los lectores que quizás se encuentren en la misma situación que usted vivió?
“Hoy tengo un amigo que es fiel, que conoce todas las cosas y puedo decir que está conmigo, quizás no físicamente, sino por la fe, al que puedo pedir sabiduría de tal forma que pueda hacer diariamente lo justo y necesario de tal forma que no tenga que estar cubriendo imprevistos depositando todo en sus manos entendiendo que sólo soy un administrador considerando que los administradores no se llevan nada. Él ha cambiado la forma de pensar liquidando así una etapa de los negocios que es la ansiedad y puedo confesar que hoy con el trabajo de ocho personas nuestros ingresos son el equivalente al trabajo de 25. Eso solo puede hacerlo Dios.”
“Si hay algo importante en la vida es conocer a Cristo, el paso más importante de cualquier ser humano es conocer el inmenso amor de Dios por nosotros que somos tan pequeños y que a veces nos creemos tan importantes que llegamos a enfermar nuestros cuerpos queriendo bajar a Dios al nivel de nuestro entendimiento.”
X. Prado D.
Agosto de 2002
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